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ágora

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Tu sitio

En Ágora queremos desentrañar el corazón de nuestra web: historias heroicas de personas corrientes. Hay incendios, pero también se evitan. Hay atentados, pero también se frenan. Y hay falta de equipamiento sanitario, pero también se comparte. Hay historias feas. Pero también bonitas. Y, por suerte, en todos los rincones.


Ágora es para daros voz a todos los que nos leéis. Para darnos cuenta de que todos llevamos un héroe dentro. Y, probablemente, seamos el héroe o la heroína de alguien. Aunque no lo sepamos. Os leo.

Blanca Sobrino, editora de Laureados

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lub dub

superación

soledad impuesta

Ver venir a mi consulta de ginecología a una embarazada que dio positivo en el test del covid-19, asustada, sola y casi pidiendo perdón, agradeciendo que le atendiese con cada uno de sus gestos. La exploro mientras intento tranquilizarla. Detrás de mi escudo de plástico sé que sólo ve mis ojos, por ello intento dulcificarlos. En esa sala, las dos solas, hablamos y empatizamos. Tose y se queja de dolor en la garganta. Está muy malita. Mientras retira sus manos de cualquier superficie para no tocar nada, me pregunta si estará bien en día del parto. Le enseño a su hijo en la ecografía y se alegra mucho. Mi miedo va desapareciendo al tratar de tranquilizarla. El personal de urgencias me ayuda en todas las dudas, un hombre con máscara de cara de mosca me habla, las batas de los zapateros de Arnedo son enormes y protegen, las salas están desordenadas y separadas por biombos. Parece una zona de guerra. Me quedo observando la ecografía en la que se ve el corazón del bebé latiendo, naciendo una nueva vida, y me anima. Pum pum, pum pum, pum, pum...

Héroe es toda persona que nació con un destino y, aunque la vida le puso obstáculos, supo sortearlos y salir adelante.

Héroe es toda persona que a pesar de que la vida le envió una terrible enfermedad, supo plantearla con alegría y hacer de ello una «digna comedia» hasta el final.
Héroe es toda persona que, aunque perdió su trabajo, supo luchar para buscarse la vida y sobrevivir sacando adelante a su familia.
Héroe es toda persona que teniendo una grave adicción, supo dejarla atrás y empezar una nueva y esperanzadora vida.
Héroe es toda persona que habiendo nacido con vida de cómoda princesa y quedándose en cenicienta, supo luchar para lograr sus objetivos en la vida, hasta conseguirlos.
Héroe, héroes… ¡Muchos! Tú, él, ese, aquel… Y todos los que viven a tu lado en silencio cada día, luchando por ayudar y sobrevivir en medio de esta trágica pandemia contra tantos necios y villanos.

 

Belén Madruga Martín

Ángeles Sánchez

en sangre

La soledad me acompaña, por suerte no es la protagonista. Este es el quinto año que paso un cumpleaños lejos de mi familia, pero teniendo la suerte de haber encontrado en Pamplona amigos maravillosos que han sabido arroparme este día para sentirme como en casa. Hoy es distinto, me encuentro a tres aeropuertos y dos aviones de los míos y los que están cerca es como si no estuviesen, la cuarentena lo impide. 
Recorriéndome las lágrimas por las mejillas me doy cuenta que realmente no soy la única que está en esta situación. Puede ser hasta egoísta sentirme triste sabiendo que hay personas que ni siquiera han podido despedirse de sus familiares fallecidos. 
Este virus ha parado nuestras vidas bruscamente como la frenada en seco de un tren de alta velocidad. Algunos saldrán gravemente heridos y otros, con suerte, con alguna lesión leve. Si eres de esos, valóralo, la vida te está dando una oportunidad y aunque tengas altibajos te está recordando que estás vivo.
En definitiva el helado de plátano, nueces y chocolate sustituirá a la tarta especial que me prepara mi abuela todos los años. Tampoco podré compartir el olor del humo de las 23 velas apagadas con mis familiares y amigos, pero sí podré contarle a mis nietos en algún momento de mi vida que mi vigésima tercera primavera ha florecido más fuerte que nunca.

cualquiera

Los héroes existen. Y están ahí, enfrente de nosotros: el que ayuda al necesitado, el que da una palabra de consuelo, el que cuida a un enfermo, el que se acuerda de sus amigos, el que trata de no juzgar los errores ajenos… En fin, los héroes están en todos los lados. 

Os cuento la historia de un niño, ahora un joven de 25 años. Cuando tenía dos años la primera vez, y catorce años la segunda, se quedó sin hablar y sin andar por migrañas con aura. Por ello estuvo ingresado en el hospital durante mucho tiempo con cantidad de pruebas. 
La segunda vez que salió del hospital lo hizo en silla de ruedas y cuando entró en su casa dijo que no la iba a utilizar. Anduvo con catorce años a gatas y agarrándose a la pared como un niño pequeño que comienza a andar. Así estuvo un tiempo hasta que consiguió ponerse en pie y andar.
A pesar de las dificultades que ha tenido que ir salvando, con mucho tesón, está consiguiendo terminar de estudiar la carrera que a él le ha gustado. Cuando estuvo ingresado en el hospital, el único que le hacía reír o con quién tenía un vínculo especial era con su hermano Pelayo, quien dejó un tiempo el colegio para ayudar a su hermano a pasar por una historia que, siendo tan joven, no entendía.
¿Por qué a él?
Ambos son héroes sin capa. Cada uno en su historia. Doy gracias a Dios porque ambos están bien de salud.

Estela Cousillas

¡ALTO EL FUEGO!

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Anónimo

Manolo Sobrino

¿héroe por accidente?

el empresario

Estaba en un colegio interno y, en un recreo, un compañero se cayó a la piscina. Empezó a gritar pidiendo ayuda. Otro compañero me dijo que «yo mismo», y me empujó a la piscina. Por suerte llegó un profesor y nos sacó a los dos. 
En mi colegio, Santa María del Naranco, en Oviedo, entregaban medallas a aquellos que realizaban actos heroicos. Me la dieron porque pensaron que me tiré voluntariamente al agua a salvar a mi compañero. Como lo cuento.

Heroico es tener una empresa con seis empleados durante más de veinticinco años y cumplir con todos los pagos: la luz y el agua, el alquiler, la seguridad social, los empleados…
Para mí, es algo muy heroico, pero no se les valora como tal, sino como tontos pagadores de impuestos. En cambio, estas personas están las veinticuatro horas del día, mental y físicamente, en su negocio, para que mes a mes éste siga funcionando. 

Anónimo

Ana Fernández

Anónimo

en el club juvenil

ALPINISMO SOLIDARIO

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Juan Luis Velázquez

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Lucía Cortabarría

escasez de mascarillas

Os voy a contar algo que pasó en la farmacia en la que trabajo hace unos días. Hay mucha escasez de equipamiento sanitario para protegernos del COVID-19. Muchos clientes necesitan mascarillas o gel desinfectante, pero nos llegan tarde y muy poquitos. Además, el otro día la policía vino a pedir el material que tuviésemos. 
Un señor entró y me pidió las cuatro mascarillas que tenía guardadas para él. Se las di. La siguiente señora de la cola –mayor, por cierto–, también me pidió dos mascarillas. Pero resulta que las últimas que me quedaban se las había dado al señor anterior. Este señor escuchó como yo le dije que no quedaban más mascarillas. Su reacción fue la siguiente: «Tome, señora. Dos para usted y dos para mí». 
Fue algo emocionante y te das cuenta de que hay mucha gente buena. 

Anónimo

la suerte de ser hija

Es una profesional de la maternidad: su pescado nunca tiene espinas, sus judías verdes nunca tienen hebras, compra cuando ve buen género y a precio equilibrado y congela; todavía fríe en casa el tomate (nada de latas) y sus torrijas son de leche pero también hace otras de vino; las sábanas de mi casa siempre han estado tersas y gustosillas como si nadie hubiera dormido en esa cama la noche anterior; no voy a hablar de su tortilla de patata, su paella y su pulpo a la gallega... cocina todo bien, desde lo más simple a lo más complejo. 
Siempre me conmueve lo limpia que está la casa... así que llego allí y -sin darme cuenta de que voy a cuidar a mi madre- me dejo inconscientemente cuidar por ella. Mi madre sabe acoger a cada uno. Te sientes en casa y en casa siempre estarás seguro. Todo esto lo ha hecho en un barrio humilde y con unos ingresos familiares humildes. Y ahora, con una pensión humilde. Cuidar de las personas me parece lo más importante; más que nada por los palos que pega la vida…

primeros auxilios

En mi vida he salvado a cinco personas de atragantamiento. Dos eran mis hijos. No lo piensas, lo haces. Luego viene el miedo… Me alegra haber podido ayudarles. 

Sonia

Anónimo

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